Comprendiendo nuestro impacto
Sabemos que jugar transforma a las personas, los entornos y las cosas. Lo sentimos profundamente, lo vemos con nuestros propios ojos, lo experimentamos y a veces incluso podemos tocarlo. Se refleja en las lágrimas, las sonrisas, los abrazos, los silencios y las palabras de quienes se adentran en el juego y desean compartir sus experiencias. Sin embargo, las preguntas que nos hacemos no son si el juego tiene un impacto, sino qué impacto tiene, cómo se produce y hacia dónde se dirige ese cambio. Comprenderlo nos permite desempeñar un papel más consciente y reorientar nuestros esfuerzos no solo para generar un cambio, sino, aún más importante, hacia la transformación: un cambio con propósito y dirección.
Nuestro camino para comprender el impacto del juego Go Deep en los diferentes grupos de interés comenzó en 2017 en el marco del proyecto europeo GoToDiversity y la tarea de desarrollar una Teoría del Cambio (en adelante, TdC). Este fue nuestro primer intento de elaborar una teoría sobre cómo se produce el cambio —desde las actividades hasta los productos, los resultados y, finalmente, los impactos— y también de analizar si realmente estábamos logrando el impacto que creíamos tener. El enfoque de la TdC nos condujo a caminos interesantes, pero en última instancia no nos permitió navegar por las puertas de transformación que se abren al comenzar a jugar. Más recientemente, gracias a una beca de EPIM Learning, pudimos profundizar y explorar cadenas de transformación no lineales, complejas e iterativas que nos han llevado a ir más allá de un enfoque de causalidad directa —al estilo de la TdC— y hacia un enfoque más fluido y participativo que aquí denominamos «Narrativas de Transformación».

Midiendo nuestro impacto

Profundiza en las esferas de la transformación.
(Inspirado en O’Brien y Sygna, 2013; Sharma, 2009)
El popular lema de gestión «no se puede gestionar lo que no se puede medir» ha trascendido con creces la mera gestión empresarial y se ha convertido en un mantra subyacente en instituciones públicas, organizaciones del tercer sector, la vida personal y las relaciones interpersonales. Es también uno de los supuestos clave del enfoque de la Teoría del Cambio (TdC), por lo que, en nuestra búsqueda inicial por comprender nuestro impacto en las personas y las comunidades, nos propusimos medir, en la medida de lo posible, los cambios que observábamos. Establecimos indicadores, creamos variables sustitutas cuando no podíamos alcanzar una métrica comparable e intentamos cuantificar y cualificar aspectos como el «nivel de inclusión social», el «sentimiento de pertenencia» y la «solidaridad». Mediante cuestionarios y entrevistas a participantes y facilitadores, recopilamos instantáneas del proceso de cambio, reunimos historias y las integramos en una Teoría del Cambio coherente y consistente que se ajustaba a nuestros supuestos, expectativas y a la transformación social que vislumbrábamos. Medimos, pero no comprendimos del todo. Además, sentíamos que el sistema y el proceso de la Teoría del Cambio no empoderaban a quienes vivían la transformación, ni reconocían realmente nuestros propios sesgos, suposiciones y proyecciones. Por lo tanto, es momento de dar un paso atrás, repensar y rediseñar. El enfoque no debe centrarse en medir y gestionar, sino en comprender, ya que se trata de complejas iteraciones sociales, procesos de transformación dinámicos de los que sabemos muy poco. Este es nuestro momento de transformación personal en cuanto a la comprensión de nuestro impacto en las personas y comunidades con las que interactuamos. De medir a comprender, de proyectar a escuchar, de gestionar a facilitar. Aquí es donde elegimos que sean los participantes quienes nos cuenten sus visiones de transformación, que construyan su propia teoría sobre cómo ocurre, que entrelacen y co-creen esas historias con nosotros. Este es nuestro enfoque: Narrativas de Transformación.
Hemos diseñado nuevas cartas para el juego a través de las cuales visualizar las posibles transformaciones y recopilar las historias de cambio de las personas participantes.
Compartiendo nuestras historias
Nuestras historias son nuestro principal mecanismo para dar sentido a la vida. Moldean cómo vemos y sentimos la realidad que nos rodea y la que llevamos dentro. Y las historias que elegimos contar y volver a contar dan forma a nuestras vidas. Por eso, las historias importan. Incluso las palabras que las componen importan. Así pues, escuchamos, recopilamos y las entrelazamos, desde lo individual hasta lo comunitario y lo colectivo. Nos centramos en estas historias porque transmiten sentimientos y creencias, y determinarán nuestros comportamientos. Se pueden contar con palabras, con movimientos, con colores y formas. Eso no importa. Lo que importa es el mensaje, la narrativa que subyace a la forma y al movimiento, y así es como vemos, sentimos, recopilamos y comprendemos, aunque sea un poco, el impacto que el juego Go Deep tiene en cada alma. Así es como intentamos hacer visible lo invisible.
“La mayoría de las respuestas que necesitamos encontrar en el exterior, primero debemos encontrarlas en nuestro interior.”
“Se trata de derribar barreras y tener un lugar para conectar.”
“Creamos algo juntos. También es muy gratificante poder encontrar una voz de esa manera, compartir ideas y estar en desacuerdo.”
“Es realmente emocionante forjar nuevas relaciones y, a través del juego, intentar explorar posibilidades de cambio y conexión dentro de la comunidad.”
“La profundidad emocional a la que te comprometes al jugar es todo un reto”.
“La verdad es que han cambiado muchas cosas. Ha sido como un viaje para mí. Ha cambiado mi forma de pensar, mi mentalidad, me ha hecho cambiar de opinión por completo.”
“Por primera vez en mi vida hice algo que pensé que nunca podría hacer: sentarme a charlar bajo la lluvia con una persona que vive en la calle.”
“Esta reunión ha sido especial, pues ha servido para sacar a la luz las cosas desde dentro. Y también para trabajar en metodologías e integrarlas para comprender las complejidades que tenemos los seres humanos.”
“Pude revisar y profundizar mis percepciones. Cuando crees tener un estereotipo de una persona y ves que alguien es capaz de desmontarlo, te ayuda a cambiar más, poco a poco; es el fortalecimiento de esa idea que ya tenías en cierta medida.”






